Cómo asociarse/ Agricultura Apoyada por la Comunidad

Cómo asociarse
 
 Para asociarse a nuestro proyecto solidario y cooperativo y poder disfrutar de nuestras cajas de fruta y verdura a un precio más asequible y poder participar en nuestros encuentros, comidas, adquisición de otros productos directamente del productor, etc.

 Nuestro proyecto forma parte de una red internacional denominada Agricultura de Responsabilidad Compartida o Agricultura Apoyada por la Comunidad (AAC) que tiene como objetivo que l@s campesin@s puedan  vivir dignamente del trabajo del campo y  que los productos ecológicos, frescos y sabrosos sean asequibles para cualquier persona o familia comprometida con la agricultura local y  el medio ambiente.
   La AAC es un modelo alternativo de producción y distribución de productos agrícolas, directamente del agricultor al consum-actor*, que surgió como respuesta ante la trágica situación que causa el Mercado capitalista a nivel mundial ( hambrunas, especulación con los alimentos, inseguridad alimentaria, destrucción medioambiental, situación de pobreza y abandono de  tierras por parte de los campesinos debido al duro y desvalorizado trabajo de la tierra y el mísero precio que pagan los intermediarios por sus productos...), muy implantado en países como Japón (los teikei ) con 17 millones de soci@s o Francia ( los AMAPs) con cientos de miles de participantes, por poner solo un par de ejemplos.





Agricultura Apoyada por la Comunidad (AAC)


Una alternativa responsable para comprar alimentos orgánicos y económicos

¿Qué es la agricultura apoyada por la comunidad?

AAC es un modelo alternativo para la distribuición de productos agrícolas (hortalizas, huevos, carne, lácteos) directamente del agricultor al consumidor. En vez de que el agricultor venda su producto a una compañía que lo distribuye y revende al público (en un supermercado, por ejemplo), se elimina el intermediario a través de un acuerdo directo entre el consumidor y el agricultor. En inglés (y español) se utilizan las siglas CSA para referirse a este modelo.

¿Cómo funciona?

Si quieres comprar tus verduras en un CSA, haces un contrato con el agricultor pagándole cierta cantidad por mes, semestre o año a cambio de la entrega de cierta cantidad de la cosecha. En realidad, estás comprando acciones del huerto y a cambio recibes una porción de lo que se produce con tu inversión, entregada cada semana en un lugar concreto. En términos prácticos, es muy simple:

  1. Haces el acuerdo con el agricultor: Escoges tu punto de entrega según las opciones que maneja el CSA.
  2. Recibes tu entrega de comida orgánica: Cada semana o 15 días por el resto del año recibes (o recoges) tu caja de fruta, verdura, huevos, carne y/o lácteos, tal como indica el contrato. ¡Así de fácil!

Ventajas para el consumidor

  • Comida orgánica a precios más razonables: No pagas mercadotecnia ni empaques ni marcas. Eliminas el intermediario, el largo transporte y todas las sustancias que normalmente se aplican a las comidas para conservarlas durante el viaje y mientras estén en el mostrador.
  • Sabes exactamente de donde viene tu comida: Muchos huertos permiten visitas y algunos tienen la opción de que participes en su cultivación (puedes ir a trabajar en el campo con ellos). En el caso de los productos lácteos, carne y huevo, puedes ver las condiciones de la granja, el estado de salud y el trato de los animales
  • Fruta y verdura fresca y de temporada: La mayoría de los CSAs cosechan los alimentos el día anterior a la entrega, así que recibes tu comida orgánica completamente fresca. Por eso dura más tiempo sin echarse a perder, sabe mejor y conserva su valor nutritivo.
  • Comida más sabrosa: Como las hortalizas se cosechan poco tiempo antes de su entrega, el agricultor puede desarrollar variedades basándose en el buen sabor, sin dar prioridad a la habilidad de aguantar las condiciones del transporte. Prácticamente todas las variedades de frutas y verduras que se venden en los supermercados (incluyendo la comida orgánica) se desarrollan para maximizar el tiempo que puedan aguantar en el transporte: deben tener la cáscara gruesa, mantener un color atractivo, tener forma y tamaño consistentes y responder bien a los químicos que se utilizan para hacer que se vean atractivos en el mostrador. Desafortunadamente el buen sabor y valor nutritivo son entre las últimas prioridades.
  • Una consciencia limpia: Cuando compras de un CSA, apoyas a la agricultura sustentable, compras local, reduces tu huella de carbono y mejoras tu comunidad.

Ventajas para el agricultor

  • Seguridad frente a los imprevistos: Cuando el agricultor vende a intermediarios, a menudo se encuentra bajo mucha presión por cultivar una sola hortaliza. Pero el sistema de la agricultura apoyada por la comunidad le da la libertad de cultivar una variedad de hortalizas, lo cual le da más seguridad contra irregularidades del clima, ya que puede sustituir una verdura por otra en caso de plaga u otro problema imprevisto como frío extremo o sequía. Esto es especialmente importante considerando los efectos desestabilizantes del cambio climático.
  • Dinero y tiempo en buena hora: Muchos agricultores prefieren el sistema ASC porque reciben el capital que necesitan para invertir en la siembra antes de la temporada cuando tienen que pasar largos días en el campo. También tienen más flexibilidad para dedicar tiempo a los cultivos cuando sea necesario.
  • Más contacto con su comunidad: A causa de su estructura y alcance, los CSAs suelen formar vínculos productivos e involucrarse en redes sociales en su área. Muchos participan en los mercados orgánicos y se hacen amigos de sus clientes y el personal de los locales donde hacen sus entregas. Esto puede ser un primer paso hacia una comunidad más sana y fuerte.

Posibles inconveniencias


Aunque tiene muchas ventajas, no es para todos. Algunos detalles que debes considerar antes de comprometerte a un año de servicio:

  • Sólo frutas de temporada: La fruta siempre es de temporada, así que si no es la temporada, no hay. Esto es algo que tu, como consumidor responsable, tendrías que aceptar para poder ser parte del programa. Obviamente, el participar en la agricultura sostenida por la comunidad no te evita ir al supermercado a comprar algo que te falte, pero hay que reconocer que tal vez tengas que comprar cosas adicionales si quieres comidas específicas.

  • El huerto orgánico tiene vida: Como las hortalizas son orgánicas y cien por ciento naturales, no se van a ver como fruta o verdura falsa. No está tratado con brillo artificial, puede tener mordidas de algún insecto y de hecho puede llegar con el insecto todavía comiendo su lonche. Esto es la realidad del campo orgánico: tiene vida. Si prefieres consumir pesticidas y conservadores en vez de comerte uno o dos bichos (o lavar bien la verdura) probablemente no es el mejor programa para tí.
  • No eliges lo que compras: Aunque normalmente los agricultores te dan algo de flexibilidad para escoger lo que recibes, no puedes decirles que quieres dos kilos de tomate, tres de papas, etc. Si no te gusta la calabaza, puedes pedir que no la incluyan en tu entrega y que te den varios tipos de lechugas en su lugar. Pero lo que es parte de la atracción para algunas personas puede ser molesto para otras: el hecho es que, finalmente, el contenido de la caja es una sorpresa.
La agricultura sostenida por la comunidad es una opción excelente para personas vegetarianas o veganas, familias grandes que les gusta comer de todo y verdaderos amantes de la comida fresca y orgánica. Las personas muy quisquillosas pueden preferir mejor escoger lo que les guste en el supermercado y no dejar la selección al CSA.  





*Consum-actor: Consumidor responsable y activo, es el término que utilizan los AMAPs para sus miembros en contraposición con el consumidor de supermercados sin ningún tipo de ética.


Sobre el compromiso en nuestra sociedad.

Una de las mayores paradojas que vivimos en nuestra sociedad capitalista actual, es la que vivimos en torno al compromiso social. Por un lado, nos bombardean cotidianamente desde los llamados medios de comunicación,(a los que se les debería llamar medios de publicidad y  propaganda de grandes Empresas y Corporaciones y de sus gobiernos títeres al servicio de ellos), con los valores de la libertad de mercado hasta el punto de que han logrado que la gran mayoría de la población identifique la libertad con la posibilidad de elegir entre una gran cantidad de productos en esencia iguales. De ahí la dificultad que un modelo de compromiso social, económico y político como es la AAC, cuaje en lugares donde la conciencia crítica sobre lo que se impone desde el poder brillan por su ausencia y donde se ha llegado a interiorizar tanto los valores del "libre mercado" que los habitantes de dichas zonas lo toman como un valor propio.
Sin embargo, y ahí viene lo paradójico del tema, es que casi nadie se ha parado a pensar en que esas  mismas empresas para las que la libertad de mercado es su valor principal, al mismo tiempo exigen a sus clientes un compromiso económico de permanencia, que puede ir de los 18 meses de las compañías telefónicas a toda la vida de las compañías eléctricas o incluso puede llegar a  otras generaciones con las hipotecas bancarias, por poner sólo unos ejemplos. Qué casualidad que los compromisos con las grandes empresas tod@s los asumamos sin rechistar y los valores del  Libre Mercado solo se  los apliquemos a sectores  más vulnerables, como el campesinado.
 
































































































































  

No hay comentarios:

Publicar un comentario